La controvertida baja de Xavi, que forzo la tarjeta amarilla en Letonia para asegurar su presencia en los encuentros decisivos de septiembre, concede una nueva oportunidad a Cesc Fabregas, sin minutos en los últimos tres partidos de la Selección (Dinamarca, Islandia y Letonia).
El centrocampista del Arsenal fue uno de los damnificados de las derrotas en Irlanda del Norte y Suecia y pasó de la titularidad a quedarse en el banquillo español durante los 90 minutos. La débil Liechtenstein aparece como una oportunidad de oro para Cesc para recuperar la confianza de Luis Aragonés.
El equipo español ha ganado los tres duelos precedentes, con un balance de 11 goles a favor y ninguno en contra. Aunque el combinado centroeuropeo ha sumado en sus dos últimos partidos de la fase de clasificación: una victoria frente a Letonia en casa y un empate en Isladia.
En el primer entrenamiento de la Selección tras el regreso de Riga, Luis Aragonés se decantó por Cesc para cubrir la baja. Además, Xabi Alonso, otro de los que puede reemplazar a Xavi, se vio obligado a abandonar la sesión de trabajo al torcerse un tobillo, aunque el jugador del Liverpool estará recuperado para el choque.
"Sólo tiene un esguince leve y creo que el martes podrá entrenar sin problemas. Se ha estirado un poquito el ligamento y nada más. Ni siquiera se puede hablar de lesión", según el doctor Genaro Borrás, médico del equipo nacional.
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